Hoy estaba haciendo una recapitulación de algunos de los cambios que he realizado en mi vida estos últimos años. En principio, dejaré para otro momento hablar de la declaración de valores, establecimiento de metas, planes de acción, celebraciones y otras zarandajas.
Solo voy a hacer una reseña de algo que, visto ahora, ha resultado más importante de lo que pensaba anteriormente. En realidad, son dos cosas, ligadas, pero que generan una sinergia especialmente interesante en un proceso de cambio.
Una es la sencillez. Y con ello me refiero a la forma de enfrentar las situaciones que se van dando dentro del cambio vital. La sencillez en la respuesta, la sencillez en la acción, la sencillez en el estado, la sencillez en el ejercicio, en la forma de iniciar las cosas y de acabarlas. A veces nos complicamos bastante cuando hacemos un plan de acción, de manera que nos es difícil de cumplir con las acciones que debemos realizar. Esas complicaciones son, por lo general, resistencias internas ante el cambio. Así que, aplicando la máxima zen de «menos es más», simplifica. Si no es simple, no está claro, si no está claro, no tienes una visión muy certera de donde vas.
Con esto no quiero decir que no haya situaciones o acciones complicadas en si mismas. Pero el desmenuzarlas en partes más pequeñas y simples, ayuda a enfrentarlas de otra forma más efectiva.
Y la segunda, día a día. Si. Diariamente hay que revisar el rumbo de nuestra nave vital, para saber si estamos en el buen camino, si hemos sobrecargado la nave, si nos faltan víveres o hay que arreglar las velas. Y, según yo creo, hay dos momentos cruciales en el día. Al levantarse, con el cumplimiento del ritual, la revisión de las acciones y tareas del día y con la puesta en valor de las motivaciones vitales que nos llevan a hacer lo que hacemos. Y momentos antes de acostarse, con una recapitulación de lo que nos ha sucedido durante el día. Una especie de «querido diario, hoy…», cosa que, por otra parte, tampoco estaría mal…
Probad hoy a simplificar algo que estáis dejando para otro momento, y anotad los resultados y generad una serie de pasos y cumplidlos, día a día. Veréis que es más fácil de lo que parece.