Mi experiencia GRUPO YAAKUN.
Hace unas semanas tuve la maravillosa posibilidad de hablar de creencias en un entorno algo especial. No se trataba de una conferencia al uso, en una sala con todos arregladitos, ni algo tan informal como un monólogo en el Speakers’ Corner del Club, no. Se trató de algo más intenso, más enriquecedor. Y es que me invitó a dar esta charla José Antonio Mézlau, el artífice de GRUPO YAAKUN, un coach como la copa de un pino y, además, una excelente persona, amante de los animales, y de quien aprendes en un par de minutos de hablar con él, que muchas de las creencias que tenemos sobre los perros nos llevan a conductas, como humanos, que nos limitan, al tiempo que le quitamos a nuestros animales la posibilidad de expresarse como tales. Y de ahí surgió esta charla-taller sobre creencias.
Así que hoy, hablaré de creencias, aprovechando lo que expliqué aquel día. Pero primero déjame que te cuente algo más de los asistentes. No son adiestradores caninos al estilo habitual, para nada. Son formados en el método desarrollado por José Antonio, Entrenamiento de Contacto Emocional (ECE). Y eso, crea un estilo de adiestramiento poco común. No da únicamente una formación encaminada a como adiestrar a nuestros amigos animales, da formación en algo más importante, en Liderazgo Interior, y eso hace diferentes a estos alumnos. Están aprendiendo que, para liderar a un animal, hay que dar ejemplo interno y externo, liderarse interiormente. Y eso es lo que, a mi juicio, marca la diferencia.
Y ahí me vi yo, entre “perreros”, hablando sobre las creencias. Porque las creencias nos limitan o nos dan alas. Y en ambos casos, son creadoras de nuestra realidad. Y por eso he querido empezar por explicar la diferencia de los Entrenadores Emocionales de GRUPO YAAKUN y los adiestradores habituales. Porque cuando llegas, con la creencia de que un perro es así o asá, estás proyectando sobre el animal TU CREENCIA y, por lo tanto, estás llevándolo a que tenga las conductas que confirmen dicha creencia. Y eso, desgraciadamente o afortunadamente, según el resultado que obtengamos, lo hacemos con muchas otras cosas en la vida, de manera que creamos conductas que estén de acuerdo con la creencia y la refuercen. Y vuelta a empezar.
Las creencias tienen que ser realimentadas constantemente por la evidencia y el resultado. Y todo lo que cuestione la creencia empieza a ser eliminado de nuestra “realidad”, porque si empezamos a cuestionar nuestras creencias, empezamos a percibir la amenaza de que la realidad es bastante elástica, bastante irreal. Y nace el miedo. El miedo a equivocarnos, el miedo a salir de la zona de confort y el miedo a tener experiencias nuevas. El miedo al Cambio, al fin. Como comenté en mi entrada sobre la técnica del Swish, el Cambio es lo único inmutable, lo único que permanece, como decía Heráclito de Éfeso.
Así, ese día quise transmitir este punto de vista sobre las creencias. Cambiamos creencias todos los días, tanto, que apenas nos damos cuenta de la cantidad de ellas que dejamos atrás. ¿Crees en los Reyes Magos todavía? ¿En las “meigas” (brujas gallegas)? Pues, si recuerdas cómo la creencia de los Reyes Magos estaba instalada en tu vida cuando eras un niño, comprenderás como creaba tu realidad. Y lo mismo pasa con las creencias que te acompañan ahora. Modelan tu realidad de tal manera que no te das cuenta hasta que paras y, como si fueras un mero espectador, sales de la “realidad” y la observas con perspectiva, desde otro enfoque.
Y ese día, compartiendo el espíritu de GRUPO YAAKUN, yo también aprendí, y mucho, de cómo podemos gestionar nuestras emociones, liderar nuestra vida. Y todo por un perro, que ni siquiera es mío (ya contaré sobre él), pero gracias al cual, he cambiado creencias que tenía sobre los perros. Y he tenido tres, y a dos de ellos los he educado yo. Con mis creencias de entonces. Y cada uno con una experiencia diferente, de lo aprendido con el anterior. Y ahí está otra de las patas de las creencias. Las experiencias que, de alguna manera, nos enseñan que estábamos errados en nuestra forma de “crear” nuestra realidad. Así que, cambiando las creencias, podemos también cambiar nuestras conductas, nuestras respuestas al medio y, al final, nuestra realidad.
Y sí, creo que todos los perros son perros, seres vivos merecedores de nuestro respeto y nuestro cariño, pero perros. Y si les quitamos su “perrunidad” y los humanizamos, creyendo que hablan nuestro idioma, que sienten y piensan como humanos, estamos proyectando una experiencia sobre el animal que no es buena para él. Y eso llevará a la frustración, y a generar conductas inadecuadas y problemas de comunicación, tanto interna como externa.
Lo mismo nos pasa a nosotros. Y por eso, a veces, necesitamos “re-adiestrarnos”. Y un Coach, o una sesión de PNL, nos pueden ayudar a conseguir esto. Nos pueden cambiar la perspectiva de nuestras creencias o de nuestra Vida. Una de las cosas que más nos pueden retener a la hora de realizar un Cambio, es no saber por dónde empezar, y para eso tendríamos que regalarnos un momento de tranquilidad y reflexión, un encuentro con nosotros mismos y repasar qué nos gustaría cambiar.
Te dejo con una frase que me encanta, y que define muy bien cómo funcionan las creencias en nuestra vida, tomando como base que nuestro pensamiento crea nuestra conducta, estas palabras de Robert Bolt siempre me han gustado: Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente.
Para mí, mi experiencia GRUPO YAAKUN, fue reveladora, de cómo un perro te puede cambiar la vida. Y ese día, vi muchas personas cambiando el mundo para hacerlo un poquito mejor, con su decisión de ser algo más que adiestradores al uso, con su decisión de ser Adiestradores de Contacto Emocional. Gracias a todos.
Y tú ¿Qué crees? ¿Qué creas?