Crear una vida con intención es tener una vida con la que sientes que estás alineado y tiene significado para ti.
La vida con intención no se trata de tener todo resuelto o seguir un plan estricto. Se trata de elegir cómo quieres vivir, momento a momento, de forma que tu vida se alinee con tus valores, necesidades y bienestar.
En medio del desorden, me gusta ayudar a las personas, a los profesionales, a los que todos los días sienten que viven en el estrés, el desencanto y el agotamiento emocional ir más allá, dar un paso adelante y crear una vida de la que se sientan satisfechos, que sea algo más que una vida funcional.
Así pues, la vida con intención no se trata de agregar más presión a la caldera haciendo más cosas, se trata de aprender a tomar decisiones que respalden la vida que realmente deseas vivir, parando, tomando perspectiva y decidiendo en conciencia.
Hoy quiero que exploremos cómo la curación emocional, la atención plena, la regulación del sistema nervioso y la resiliencia juegan un papel importante en una vida con intención. Además, te contaré formas prácticas de comenzar a tomar decisiones más conscientes y con intención desde hoy mismo.
¿Qué es vivir la vida con intención?
Vivir con intención es estar presente en tu mente, aunque eso no significa necesariamente conocer siempre el siguiente paso, significa elegir estar presente, consciente y alineado mientras avanzas y disfrutas del camino.
Recuerdo una semana especialmente difícil allá por el año 2008 en la me incorporé a una nueva empresa tras aceptar una oferta y, nada más hacerlo, surgieron problemas financieros y de mercado en el que estaba que hacían imposible que las condiciones por las que había hecho el cambio se dieran.
Me desesperé en un primer momento. Me pilló desprevenido. Sin embargo, cuando acababa mis tareas del día, reforzaba mi resiliencia con paseos de reflexión y, sobre todo, centrándome en qué podía manejar yo, qué estaba en mis manos.
En pocos meses estaba en otra empresa, con mejores condiciones, más valorado y formando parte de un equipo excelente.
Y todo, gracias a una decisión. Aceptar lo que no estaba en mis manos y decidir qué era prioritario para mi y actuar en consecuencia.
Señales de que no vives con intención:
- Si sientes que estás reaccionando constantemente a lo que sucede en tu vida en lugar de elegir.
- Exagerar las cosas que drenan tu energía.
- Das poder a personas que no lo merecen y que te limitan o te dañan.
- Luchas por tomar decisiones y no lo consigues y te dejas llevar por las de otros y olvidándote de ti mismo.
- Estás desconectado de tus propias necesidades y deseos, dando prioridad a los demás antes que a ti.
- Vas por la vida en piloto automático en lugar de estar presente en el presente.
La vida con intención no se trata de control, se trata de claridad, se trata de fluir. Cuando vives con intención, evitas que el estrés, el miedo o las expectativas externas dicten tu vida.
Hay una frase que me encanta del taoísmo: “Uno de los secretos de la felicidad consiste en estar interesado, pero no apegado”.
Crear un nuevo espacio interior con la curación emocional para tomar elecciones con intención
Las emociones sin procesar a menudo conducen a decisiones reactivas, basadas en el miedo, la evitación o las heridas pasadas. Somos animales de costumbres y, con esto, creamos un “código neuronal”, un encadenamiento de micro realidades internas que son una especie de caja de los truenos que te impiden tomar decisiones conscientes.
La curación emocional limpia el espacio interior necesario para cambiar la forma en que tomas las decisiones, haces las elecciones y vives lo que te sucede con intención consciente.
Cuando te sanas emocionalmente:
✓ Reconoces cuándo está tomando decisiones basadas en un dolor o daño del pasado en lugar de tomarlas basadas en la realidad y la verdad presentes.
✓ Creas un compás de espera entre sentir una emoción y reaccionar a ella.
✓ Desarrollas la autoconfianza para elegir lo que es correcto para ti, incluso si es incómodo, y eso te facilita salir de tu zona de confort.
Por ejemplo, puedes pararte a pensar: «¿Está esta respuesta mía alineada con lo que realmente quiero? en lugar de dar un «sí» guiado por la culpa o por sentirte en la obligación.
Los pilares de la vida con propósito: Presencia y Conciencia.
La vida con intención requiere Conciencia, sin ella, solo estás siguiendo el mismo camino de los viejos hábitos. La Presencia Plena te ayuda a hacer una pausa, detenerte a reflexionar y elegir en lugar de reaccionar.
La Presencia Plena refuerza la vida con intención por que te ayuda a percibir lo que te drena la energía y, también, lo que te llena de ella. Cuando la aplicas, creas el hábito de hacer una pausa de reflexión antes de tomar decisiones o hacer elecciones.
Y también te permite consultar con tu interior lo que te hace sentir bien en ese instante. Eso te da una percepción de mayor autocontrol, aumenta tu autoconfianza y tu compromiso personal, dándote un refuerzo positivo para seguir actuando.
Tanto en mis libros Sonríe, respira y habla con calma o en ¡RESISTE!, así como en mis formaciones, mentorías o sesiones de coaching, me gusta aplicar una práctica que aprendí hace muchos años y que puede cambiarte la vida, se trata del juego del STOP, que aplican los grupos de Cuarto Camino o los Sufís. Aquí te explico una variante basada en ella.
Pequeña práctica de Presencia Plena para elegir con intención:
Antes de decir que sí o no a algo, respira y revísate mentalmente:
- ¿Esto me hace sentir alineado o es algo forzado?
- ¿Estoy eligiendo esto por miedo, hábito o verdadero deseo?
- ¿Qué diría si confiara completamente en mí mismo?
- ¿Qué pensamiento es ahora el más relevante?
- ¿Qué sensación física me genera esta situación?
- ¿Hay alguna emoción que pueda reconocer? ¿Cuál?
- ¿Qué cuentos, a favor y en contra, me estoy contando ahora?
Con el tiempo y la práctica, esta simple técnica te irá dando pistas sobre tus códigos de respuesta y podrás modificarlos de forma positiva.
Cómo equilibrar tu sistema nervioso te ayuda a tomar decisiones más congruentes
Cuando su sistema nervioso está desequilibrado, a menudo tomas las decisiones basándote en el miedo, la urgencia o la evitación.
La vida con intención requiere un sistema nervioso equilibrado, gracias a lo cual puedes tomar decisiones con claridad, con una finalidad, no en modo de supervivencia.
Cómo equilibrar tu sistema nervioso da soporte a la intención:
- Te impide tomar decisiones impulsivas o basadas en el miedo. Tu sistema nervioso actúa de una forma más “reflexiva” en lugar de “reactiva”.
- Te ayuda a sentirte lo con suficiente seguridad como para elegir lo que es correcto para ti. Tienes una nueva percepción de ti mismo y eso te da seguridad y cambia el concepto de lo que puedes o no puede conseguir.
- Crea una sensación de estabilidad, por lo que puedes concentrarte en lo que realmente importa en tu vida. Tus prioridades ahora son “prioritarias” o como dice Stephen Covey, pones primero lo primero, pero siendo tú tu propia referencia.
Hay muchas formas de regular el sistema nervioso, trabajando desde el interior o desde el exterior. Hay una que me resulta especialmente agradable, la relajación de Schultz. Fácil, poderosa y rápida. Tanto me gusta que escribí una pequeña guía sobre ella, El poder de tu imaginación, el poder de tu relajación.
Práctica: la técnica de «pausa y respiración» para tomar decisiones
- Antes de tomar una gran decisión, coloca una mano sobre tu corazón, siente las palpitaciones, déjate llevar y toma tres respiraciones profundas.
- Pregúntate: «¿Qué elección es más congruente con la vida que quiero crear, que quiero vivir?»
- Observa cómo está tu cuerpo, cómo te sientes: la tensión a menudo señala un desequilibrio, la claridad da sensación de alivio, de liberación.
(Aquí hago un pequeño inciso. Puedes aplicar alguna de estas técnicas si, por ejemplo, vas a reunirte con algún cliente complicado, que todos hemos pasado por ahí… 😉)
Ir un paso más allá de la recuperación: resiliencia, bienestar y vida con intención
Vivir la vida con intención se trata de mucho más que evitar el estrés o el agotamiento, se trata de crear una vida que se sientas que merece ser vivida, que sea significativa y satisfactoria.
La verdadera resiliencia significa:
✨ No solo recuperarse del estrés, sino elegir lo que viene después de forma consciente.
✨ Priorizar tu bienestar como una elección diaria con intención.
✨ Comprender que puedes definir cómo vivir tu vida en tus propios términos.
La curación no es el objetivo final, la curación es la base sobre la que construyes la vida que quieres vivir.
Algunas formas simples de empezar a vivir más con intención hoy mismo.
Déjame que te ponga aquí una frase que me encanta:
“El primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te saca de donde estás”.
Así que, empieza. Empieza ahora, ya. Aunque te equivoques. Aunque pienses que igual no pasa nada. Uno de mis maestros, Harald Stevensonn, decía que nada pasa si nada haces. Así que hay que mover un poco el cuerpo y dar el primer paso.
💡 1. Créate un ritual de revisión diaria
- Cada mañana o tarde, destina 5 minutos para preguntarte:
- ¿Cómo me siento?
- ¿Qué necesito hoy?
- ¿Hay alguna opción que puedo tomar que se alinee con mi bienestar y mi propósito?
💡 2. Establece límites basados en tu energía
- Antes de comprometerte con algo, pregúntate: «¿Esto llena mi batería de energía o me la vacía?»
- Prioriza lo que refuerza y enriquece tu intención.
💡 3. Practica «Un momento con intención al día»
- Elije una cosa, una actividad, una acción cada día para vivirla con Presencia Plena e Intención Primal.
Por ejemplo, puedes dedicarte un rato largo a preparar una taza de tu té preferido, bebértela y estar presente en el presente, o puedes escribir una nota de agradecimiento por algo que has recibido de la vida. A mi personalmente me gusta dar un paseo consciente, sin que llegue a ser kinhin, el caminar zen de los monjes que te encuentras en mitad de Tokio, pero si caminar con presencia en cada paso.
La vida con intención no se trata de la perfección o de seguir unas reglas rígidas: se trata de elegir, momento a momento, crear una realidad interna que te permita vivir una vida que sientas que está alineada, es satisfactoria y fiel a tu Ser.
Al integrar la revisión emocional, la Presencia Plena, la regulación del sistema nervioso y la resiliencia, puedes empezar a tomar decisiones que conscientes con las que te sientes bien, no solo reaccionar a lo que sucede.
Y aquí quiero hacer una reflexión basada en el taoísmo: las cosas suceden porque nacen de la Miríada de Cosas, tu eres uno de esos sucesos, por lo tanto, las cosas no te suceden a ti, suceden contigo, coincidiendo en espacio y tiempo, igual que tu reacción, si tomas un instante, cambias el espacio y el tiempo de coincidencia, y decides crear una respuesta, no una reacción.
Mientras tanto, una de las formas en que puedes empezar a crecer, a cambiar y tener una vida con más presencia, con más intención, es leyendo. Y te propongo que leas mis libros como parte de esa ayuda. Están en Amazon.
Mientras, se feliz a sorbitos.
Carlos Barreto Castro
