Este método es, según creo, el más sencillo para poder «bajar a alfa». Los pasos son sencillos: nos ponemos comodos, tomamos un par de respiraciones profundas y soltamos el aire de golpe, y después, cerramos lo ojos y empezamos a contar desde 100 hasta 0, procurando ir despacio. Puede pasar que, las primeras veces, os quedéis torrados. Pues nada, a descansar. Se trata de practicar hasta conseguir estar en un estado de atención relajada, desconectados de nuestro entorno, pero conscientes de él. Una cosita, procurad hacer los ejercicios en un lugar lo más tranquilo posible, para evitar sobresaltos. Y otra más. Las primeras veces, poned un despertador, la alarma del teléfono o decidle al perro que os avise cuando creáis que es lo conveniente. Puede pasar que os paséis de rosca las primeras veces y durmáis más de la cuenta.
Ahora, a practicar.