Cómo controlar la ansiedad

Manejar los estados de ansiedad en la sociedad moderna se ha convertido en un asunto de prioridad vital. Es normal buscar una solución milagrosa que nos exima de la responsabilidad sobre nuestra propia ansiedad y por ello se recurre a pastillas y medios poco saludables que, si bien controlan momentáneamente la ansiedad, llevan a un circulo de dependencia de factores externos a través de los cuales perdemos nuestra libertad. La meditación es un método sencillo, fácil de practicar por cualquiera, y que da unos resultados más profundos, ya que no solo nos ayuda a controlar los estados de ansiedad, sino que, con la práctica, llegamos a percibir cosas en nosotros que ayudan a corregir la fuente de esa ansiedad, liberándonos desde el interior, en lugar de atarnos a algo externo.

Una de las más sencillas técnicas de meditación es la meditación de un minuto. La versión original era más elaborada, con la repetición de un mantra concreto que duraba un minuto, más o menos. Pero en la actualidad puedes aprovecharte de la tecnología. Puedes poner un alarma de un minuto en tu reloj, tu móvil o usar un reloj de cocina. Es tan sencilla que se le puede enseñar a los niños, ya que si se acostumbran a usarla tendrán una mejor auto-percepción y ello mejorará su autoestima y la confianza en si mismos.

Bueno, al lío. Aunque después la podrás practicar en cualquier sitio, para aprender, busca un lugar tranquilo donde sentarte cómodamente. Después pon el tiempo en el reloj o aparatíto que hayas elegido. Siéntate, con el cacharrito a mano. Toma una respiración profunda y, al exhalar, cierra los ojos y pon en marcha el cronometro. A partir de ese momento y hasta que suene la alarma, solo tienes que concentrarte en la respiración, nada más. Cuando suene la alarma, abres los ojos y acabas. Así de simple, así de efectivo. A medida que vas practicando, el método se va haciendo más sencillo. Una vez le pilles el truco, puedes empezar a practicarlo en cualquier momento que desees. Recuerda los pasos básicos: respiración profunda, cerrar los ojos y estar atento a la respiración. Nada más. El reloj dejará de hacerte falta en algún momento y, desde allí, podrás ir ampliando el tiempo en que estás en tu respiración. Entonces comienza una maravillosa aventura en tu interior, que puedes ir ampliando con otros ejercicios y nuevas técnicas.