Carta blanca, miradas diferentes…

Seguro que muchos habéis jugado al carta blanca de windows o algún tipo de solitario similar. No siempre sale, es verdad, pero no depende entereamente de la suerte, como otros solitarios. También tiene que ver con la estrategia de apertura que decidamos utilizar.

Esta reflexión viene a cuento de que, muchas veces, nos enfrentamos a las situaciones de la vida de una manera estructurada que aplicamos a todo. Cuando no nos sale el «solitario» abandonamos o nos enfadamos, nos ofuscamos en seguir intentandolo de la misma manera.

En el solitario carta blanca, puedes volver a jugar. Puedes cambiar la estrategia. Puedes empezar por otro lado. De esta manera, tienes más opciones para poder solucionarlo y llegar a encontrar un resultado satisfactorio. ¿Siempre sale?. No. ¿Qué ocurre entonces?. Hemos probado todas las estrategias posibles, incluso algunas que ni tan siquiera se nos han ocurrido antes, seguimos buscando nuevas fórmulas, pero, nanai, no sale. Bueno, en ese caso simpre tenemos una sensación diferente en cuanto a lo que hemos hecho. En esta ocasión, hemos luchado hasta «¡la última bala, señor!», pero no hemos resuelto el solitario. Pero no hay una sensación de derrota, hay una sensación diferente, de haber cumplido y, eso, marca la diferencia.

¿Qué pasaría si aplicaramos este sistema a la resolución de problemas personales? Quizá encontraramos soluciones nuevas que nos lleven a darnos cuenta de que esos problemas, no eran tan grandes. Y si lo eran, habremos encontrado una forma más creativa de enfrentarlos. ¿Y si no tienen solución? Quedará la satisfacción de haber hecho todo lo que en este momento puedes hacer. Habrás aprendido a buscar soluciones diferentes y a cambiar las perspectivas de enfoque.

¿A qué asuntos le vas a aplicar hoy un enfoque diferente?. Prueba, juega, diviertete. No tiene por que ser un problema gordo. Eso para cuando estés más entrenado. Puede ser un asunto más trivial.

© Carlos Barreto, creador. 2022 Todos los derechos reservados.

¡Suscríbete aquí!