A veces, lo más sencillo es lo que mejor nos funciona. Podemos hacer un ligero cambio en alguno de nuestros patrones de comunicación, interna o externa, y eso nos puede llevar a cambiar totalmente la percepción que tenemos del entorno.
Así que vamos a ello. Como juego os propongo algo tan sencillo como usar el diminutivo con aquellas cosas que generalmente nos ponen, por decirlo de alguna manera, alterados. En lugar de pensar o decir «esto me pone frenético», puedes usar algo como «esta situación me pone nerviossittooo». Si, ya se que vas a parecer el Flanders de los Simpson, pero prueba, solo puedes perder el stressssssss….
Y la otra parte está en usar los aumentativos para aquellas situaciones positivas del día a día. En lugar de decir eso de «bueno, ha habido suerte con esto», puedes hacer una verdadera celebración, «¡Ha sido la caña, estupendo, fabuloso…!